La ciudad tiene calles arboladas, unos 200 mil habitantes y su vida pasa básicamente por extraer, procesa y transportar el petróleo y los minerales de la zona. Desde aquí, empero, puedes cruzar al Tibet en tren o en carretera cruzando escenarios maravillosos.
De todas formas, aunque penetres al Tibet por esta parte de China, las regulaciones son las mismas: debes tener un permiso de la oficina de turismo y sí o sí debes entrar con un guía.