Un claro ejemplo de esta circunstancia se halla en la casa de tintes de Xiyucheng, situada en XI Da Jie. Regentada en sus inicios por Li Daguan, un exitoso emprendedor, este establecimiento se convirtió en 1823 en la primera casa de cambio privada de la ciudad, pasando a manos de Lei Lutai. Esta pequeña “caja” alcanzó su mayor efervescencia durante el reinado de los emperadores Qianlong (1736-1796) y Jiaqing (1796-1820).
Su desaparición se produjo poco después del establecimiento de la república en China, tras haber permanecido 108 años en funcionamiento. Así, en 1932, se transformó en un banco dedicado a la concesión de créditos y a la comercialización de cuentas de ahorro. No obstante, la adopción y generalización de los sistemas financieros occidentales propició su cierre definitivo.
Como característica más remarcable, este negocio presentaba la particularidad de que su gestión no recaía en manos del propietario. Y por otro lado, se aplicaba la más estricta disciplina entre los empleados, quienes sufrían durísimos castigos en caso de no desempeñar adecuadamente su labor.
Adentrarse en Ciudad Vieja de Pingyao —perteneciente a la provincia de Shanxi y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997—, no es sólo una experiencia imborrable para el recién llegado, sino también un gratísimo viaje en tiempo.
De hecho, las pintorescas calles de este núcleo de 40.000 habitantes atesoran magníficas construcciones que han sabido preservar hasta nuestros días la esencia de la arquitectura de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911).
En el punto de atención turística, existe la posibilidad de adquirir un abono único que da acceso a una veintena de estas soberbias construcciones. Aunque en Pingyao hay algunos guías locales que ofrecen visitas comentadas en inglés por un precio ajustado, también se puede alquilar una audioguía (disponible en inglés y francés) en la oficina ya mencionada.
Ambas opciones servirán para conocer más de cerca el pasado de lo que fue un floreciente y próspero epicentro comercial, en el que se gestó el nacimiento de algunas de las casas de cambio más antiguas del país.
Dentro de las murallas, las calles, tiendas y eficicios se mantienen con estilo de las dinastías Ming y Qing, mientras tanto, la parte de afuera la llaman Nuevo Distrito. Se mezclan las construcciones de carácter antiguo y moderno, lo que hace el lugar espléndido y difícil de olvidar.
Pingyao es uno de los lugares de origen de los “Comerciantes de Jin”conocidos en el comercio antiguo de China. En 1824, nació en Pingyao la Firma de Cambio “Ri Sheng Chang”- embrión del primer banco contemporáneo de China.
Pingyao ha sido otorgado Reliquias Culturales del Mundo y es el único de China que declaró el conjunto del distrito. Las murallas fueron construidas a principios de la Dinastía Ming, con el fin de defender la ciudad de la incursión de los extranjeros. Se repararon por muchas veces en las dinastías sucesivas. Las murallas tienen un perímetro de 6,163 metros, con 12 metros de altura, dividiendo en dos mundos de estilo diferente a Pingyao de 2.25 kms cuadrados.