Durante el día, se vive el gran bullicio propio de una ciudad con intensa actividad comercial: atascos de tráfico, ruido de bocinas, al anochecer, por el contrario, impera la calma, a excepción del recién construido y elegante complejo comercial Le Caudan, que dispone de casino, cines, comercios, bares y restaurantes junto al mar.
Port Louis, la pujante capital, rodeada por las montañas del extremo noroeste de la isla, puede considerarse una gran metrópoli (en relación al tamaño de Mauricio), aunque en ella habita una proporción relativamente pequeña de la población del país.