Parece ser que la búsqueda de futuro y una extraña enfermedad condujo a los habitantes de Tetepare a abandonarla hace doscientos años, lo que hace que hoy permanezca deshabitada, pero no desatendida, pues en el 2002 los descendientes de los habitantes originales de Tetepare formaron la Asociación de Descendientes de Tetepare (TDA) para preservar la isla.
La isla es un entorno ecológico único, donde se observa espesísima vegetación que esconde una verdadera riqueza de flora y fauna. Los sistemas de arrecifes alrededor de Tetepare, se dice, poseen las mayores biodiversidades marinas del mundo y está rodeado de paradisíacas playas. Debe ser un encanto de isla, lógicamente si descontamos los cocodrilos de agua salada y los terremotos y tsunamis que a veces se producen por allí.