En el noreste de su provincia se encuentra esta población de la Tierra de Campos zamorana. Colindando con las vecinas León y Valladolid, no lejos de Benavente, la villa ha mantenido un carácter propio basado en su pasado poder. Lo que ver en Villalpando está marcado por vacceos, romanos, visigodos y la Orden del Temple. Sin embargo, las guerras y el paso del tiempo han provocado que parte de su patrimonio se halle en ruinas. Con todo, se trata de una población muy interesante y bien conectada con varios puntos clave castellano-leoneses.
En lo histórico, destacar la figura de los Reyes de León, en especial Fernando II, que favorecieron a la villa con unos fueros que más tarde ratificarían otros monarcas. No han sido muchos los monumentos que han llegado hasta la actualidad pero sí demuestran la importancia histórica de la ciudad, sobre todo a partir del siglo XV cuando el condado pasa a los Pimentel. Además, en esta localidad se encuentran: la Iglesia de Santa María de Azogue, San Juan del Mercado, el Hospital de la Piedad, el Castillo de Benavente y la Casa del Cervato.
La ciudad tuvo gran importancia en el Medievo por ser cruce de caminos, por la importancia de los Condes de Benavente, y por estar situada entre los valles de los ríos Tera, Órbigo y Esla. El ser eje de comunicación entre Castilla, León, Asturias y Galicia ha convertido a Benavente en una relevante ciudad industrial y de servicios.