Una de las teorías sobre el origen del término Alpujarra, traduce esta palabra por “La Indomable”: una tierra bravía, montañosa, inaccesible, cuyo aislamiento ha permitido conservar algunas de las tradiciones de la España más auténtica, en el marco de un paisaje espectacular, entre las cumbres más altas de la Península Ibérica y el cálido Mar Mediterráneo. Una tierra árida en apariencia, que ha debido ser moldeada por el ser humano a través del esfuerzo de generaciones, hasta llegar a convertirla en un vergel, gracias al ingenioso aprovechamiento del agua de nuestras más de 30 fuentes y manantiales.
Berja está situada en la Baja Alpujarra Almeriense, en un amplio valle a unos 300 m de altura, una fértil vega rodeada de montañas, abundante en agua y agraciada con un clima envidiable. Por su situación geográfica se le considera entrada natural a La Alpujarra, siendo fácilmente accesible desde la costa del Poniente Almeriense.