Sevilla la Nueva es una localidad del sudoeste de la Comunidad de Madrid. Situada entre Brunete y Navalcarnero, ha crecido hasta una población de más de 9000 habitantes impulsada por su proximidad, entre otros a Móstoles.
La localidad se encuentra en la divisoria entre las cuencas del Guadarrama y Alberche.
La primera fundación del municipio se produce con la elección del primer Concejo el 23 de diciembre de 1544 en la casa de Antón Sevillano y de sus primeros alcaldes, el propio Antón Sevillano Buzón y Pedro Serrano. El nombre que se pone al lugar de la nueva puebla es en honor al promotor de la idea: Antón Sevillano.
Apenas nacida la nueva población se inició una feroz oposición contra el incipiente núcleo vecinal por parte del Conde de Chinchón y de su villa de Brunete. Sin embargo, pese a los pleitos, la villa consiguió mantener su autonomía.
Pese a la oposición del noble, sus aspiraciones se vieron aceptadas por el Rey, y llevaron diez años más tarde en la segunda fundación (refundación) del municipio el 14 de abril de 1554 con señalamiento de solar para iglesia, elección de Concejo, entrega de solares para casas y donación de tierras laborables a los... Leer más ...
Situada en el nordeste de El Hierro, la villa de Valverde es el centro social, administrativo y religioso de la isla. Fundada a finales del siglo XV, durante la etapa inicial de la conquista de Canarias, dependió del señorío de los condes de La Gomera hasta su emancipación política, obtenida en el siglo XIX. Debido a un pavoroso incendio ocurrido en 1899, las huellas de su arquitectura canaria original sufrieron numerosos desperfectos.
El burgo medieval de Vilanova Dos Infantes, asentado en lo alto de una colina, fue el lugar estratégico elegido por los padres de San Rosendo: el Conde Gutierre Menéndez, para establecer su palacio; y Santa Ilduara, para fundar un monasterio donde retirarse cuando fuese viuda.
El castillo de los Zúñiga o de los condes de Miranda del Castañar es uno de los mejor conservados de la provincia, construido sobre un castillo anterior del siglo XII, y engloba en su patio de armas la plaza de toros cuadrada más antigua de España. Pertenecer a la Asociación servirá para atraer mayor turismo a la zona y dinamizar la actividad empresarial y hostelera, lo que se traduce en un favorable impacto económico para la región.
Celanova es una villa, capital del municipio español del mismo nombre, en la provincia de Orense en la comunidad autónoma de Galicia. Durante la Alta Edad Media fue cabecera de un condado, propiedad del conde Gutierre -padre de San Rosendo- hijo y vasallo del dux Hermenegildo Gutiérrez. La capital de la provincia (Orense) está localizada a 24 km sobre la carretera autonómica OU-540, la cual es también la vía principal de comunicación entre esta provincia y Portugal vía Lindoso.
A esta 'ciudad de los Condes' se la identifica con la antigua Lacóbriga, citada en los itinerarios romanos. Estuvo implicada en las guerras sertorianas del siglo I antes de nuestra era. Fue cabecera de una de las merindades menores de Castilla y hoy aún es partido judicial de la provincia de Palencia. Durante los más oscuros siglos de la Edad Media, Carrión perteneció a una saga de condes conocidos por los cronistas musulmanes como los Banu Gómez, entre los que sobresalió García Gómez, que se llegó a enfrentar a Almanzor, al romper este conde los pactos que con él mantenía. Al actual término municipal de Carrión también pertenece el lugar de Torre de los Molinos, distante poco más de seis kilómetros de la villa.
Qué si es complicado resumir Carrión de los Condes en dos páginas Para responder solo tienen que mirar la columna que está a la derecha de este folio. La ciudad de Carrión es un compendio de historia, arte, casas nobiliarias y familias burguesas que durante generaciones han dado vida a la villa más centrada de la provincia, tanto en el medio del camino de Santiago como en el medio de la provincia.
La ciudad tuvo gran importancia en el Medievo por ser cruce de caminos, por la importancia de los Condes de Benavente, y por estar situada entre los valles de los ríos Tera, Órbigo y Esla. El ser eje de comunicación entre Castilla, León, Asturias y Galicia ha convertido a Benavente en una relevante ciudad industrial y de servicios.
En el término municipal, en el lugar denominado Hoyo del Conde, se encuentran restos de la presencia del hombre prehistórico.
Turdetanos y luego fenicios, encontrarían en el Valle del Guadalhorce lugares idóneos para el asentamiento de colonias, que explotarían la riqueza natural de la vega y serían también puntos estratégicos en las vías naturales de comunicación con las tierras del interior. Los cimientos del castillo del Álora fueron construidos por los colonizadores fenicios.
El ámbito espacial de la plaza queda cerrado en sus lados mayores por la fachada principal del palacio de los Condes de Olivares, en el frente norte, y la fachada lateral de la colegiata de Santa María de las Nieves y el Pósito, en el lado sur. En ella convergen cuatro calles y un pasaje cubierto por bóveda de cañón conocido como “el Camarín”, que conecta la cabecera del templo con el Pósito. Se trata, por tanto, de un espacio público cerrado y monumental en el que colegiata, palacio y pósito conforman un conjunto paradigmático de los poderes civiles y religiosos característicos de la Edad Moderna española que dotaron de entidad propia al pueblo de Olivares.
El Castillo y el pueblo dependieron del Conde de Cocentaina y fueron repoblados por valenciano-parlantes tras la expulsión de los Moriscos en 1609, siendo ésta una de sus máximas características culturales. Es un pueblo plenamente industrial dedicado a la producción de zapatos y marroquinería.
En las construcciones civiles destacan el Hospital de los Pobres, referente del Camino y de factura del siglo XVI. La plaza del Mercado o del Coso, del siglo XV, que destaca por su ambivalencia de comercio y sede taurina de la localidad. La Tercia, de función fiscal, data también del siglo XV. El Ayuntamiento se aloja en el antiguo convento de los franciscanos. Sus múltiples casonas señoriales dan muestra de la actividad y la importancia secular del lugar, como la casa de los Condes de Campillo.
La historia de Monforte de Lemos estuvo siempre vinculada al Monasterio de San Vicente del Pino. En los siglos XVI y XVII, Monforte de Lemos consigue trascendencia internacional con la persona de Don Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos y Virrey de Nápoles. También en esta época el Cardenal Rodrigo de Castro proyecta el Colegio Nuestra Señora de la Antigua, edificio emblemático de la ciudad, conocido como el Escorial Gallego.
En San Sebastián, capital de la isla, la Torre del Conde atestigua la escala de aquella primera expedición colombina. En el interior de la isla, el parque nacional de Garajonay atesora un secreto de incalculable valor natural, sus bosques de laurisilva, con más de 65 millones de años de historia.
Sus promotores fueron los primeros Condes de Fuensalida, Pedro López de Ayala y Elvira de Castañeda. Entre sus muros falleció Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos V, el día 1 de mayo de 1539. Por aquel entonces la corte de la reina vivía en el palacio mientras duraban las obras del Alcázar.
El Palacio de Fuensalida es uno de los edificios más emblemáticos de Toledo. Construido hacia 1440, se trata de un soberbio palacio mudéjar con claras influencias góticas.
Es entre 1920 y 1940 en los que figura a nombre de Anastasio Páramo Barranco, como heredero de los bienes de su esposa, descendiente de los Pantoja originales. Anastasio Páramo Barranco, quien quedó como único descendiente, se otorgó a sí mismo antes de morir el nombre de Anastasio Páramo y Pantoja Cepeda, como también los títulos de conde de Benacazón, señor de Mocejón y Benacazón.
Pasear por sus empinadas calles y adentrarse en los laberintos que se forman hasta disfrutar de sus bellos atardeceres, es otra de las rutas destacadas. Posee además un rico patrimonio histórico artístico, con monumentos de enrome valor como la basílica de Santa María de la Asunción o el Palacio del Conde del Águila, una antigua casa solariega del siglo XV.
Este Castillo en sus orígenes data del siglo XI, cuando era denominado castillo de Tolon. Está situado en la comarca gerudense de Perelada. ee el 1285 y durante la cruzada contra Felipe el Atrevido por parte de los franceses, el castillo fue destruido y lo restauraron a mediados del siglo XIV. Durante la guerra de los Remences, el rey Juan II ocupó el castillo y en el año 1599 fue investido el vizconde Francesc Jofre de Rocabertí como conde de Perlada por el rey Felipe III de España.
Para ello trajo un grupo de monjes de San Estebo de Rivas de Sil poniendo al frente de la comunidad al abad San Frankila bajo la regla de San Benito. Años más tarde él mismo ingresaría como monje después de renunciar a la Sede Compostelana y de organizar la defensa de Galicia contra los normandos junto al conde Gonzalo Sánchez. A la muerte del abad Frankila en el año 959 le sucedió en el mando del monasterio hasta su fallecimiento em el año 977.
El palacio de Lebrija en Sevilla, el edificio data del siglo XVI, siendo ampliado en los siglos XVIII y XX. Inicialmente perteneció a la familia Paiba, pasando posteriormente a los condes de Miraflores, pero cuando realmente comienza a cobrar vida es en 1.901, año en que doña Regla Manjón Mergelina, condesa de Lebrija, compra y restaura durante trece años los dos mil metros cuadrados de que consta la casa familiar.
Como es sabido, hasta ese año el Conde de Oropesa era dueño y señor de Navalcán y sus tierras, y éstas estaban comprendidas dentro de la jurisdicción de Oropesa. Navalcán, pues, era un lugar más de los varios que comprendía el Estado Señorial de Oropesa con el título de Condado. Alcanzar el título de Villa o Privilegio de Villazgo fue un asunto difícil y verdaderamente complicado, que requirió largos y delicados trámites que los navalqueños de entonces supieron afrontar con habilidad y amor propio.
Sin duda, uno de los acontecimientos fundamentales en la historia de Navalcán tuvo lugar en 1653, año en que el pueblo alcanzó el título de Villa, eximiéndose de la jurisdicción de Oropesa y el Señorío de su Conde y empezando a organizarse y administrarse por sí mismo, siendo dueño de su propia jurisdicción de tierras que ya podía explotar a su arbitrio.
Frente al Convento de Santo Domingo, formando parte del entorno de la histórica plaza de Tetuán valenciana, se halla el palacio de los condes de Cervelló, edificio de singular importancia en la historia contemporánea de la ciudad ya que, cuando fue derribado el Palacio del Real en 1810, pasó a convertirse en la residencia oficial de los monarcas en sus visitas la ciudad. En 1814, por ejemplo, fue recibido en él Fernando VII, engalanándose al efecto con arcos de triunfo, alegorías y retratos del rey; en el palacio firmó el decreto que disolvía las Cortes y derogaba la Constitución de 1812, y años más tarde, en 1840, su esposa María Cristina abdicó aquí de la regencia.
El edificio fue construido en el siglo XVIII por los condes de Cervelló, señores de Oropesa, aunque sólo la fachada se conserva con su aspecto original, de estilo neoclásico, flanqueada por dos torres y con dos pisos de balcones. Tras su reciente rehabilitación, el palacio acoge además del museo, el Archivo Municipal de Valencia y la Biblioteca Municipal Serrano... Leer más ...
El yacimiento de Almadén se formó hace unos 430 millones de años, cuando las cuarcitas se estaban depositando bajo el mar a poca profundidad. Los volcanes arrastraron el mercurio desde las entrañas de la Tierra. El mercurio se combinó con el azufre formando el cinabrio. En todos los yacimientos de Almadén el mineral principal es el cinabrio (sulfuro de mercurio) con su característico color rojo bermellón.
Las primeras noticias de su explotación, seguramente iniciada por los cartagineses, datan del siglo IV antes de Cristo, pero fue tras la conquista romana cuando adquirieron su mayor desarrollo, como atestiguaron en sus escritos Estrabón, Cicerón, Quintiliano y Tito Livio. Plinio y Vitrubio cuentan cómo se arrendaban a una agrupación de publicanos mientras otro sociedad con sede en Roma recibía el material extraído y preparaba el bermellón.
Los musulmanes continuaron su explotación, como relata Ahmad al-Razi y le dieron su nombre actual, al-ma' dín, la mina. Tras la conquista cristiana en el siglo XII, Alfonso VIII las entregó al conde Nuño y al Orden de Calatrava y... Leer más ...