Precisamente en la falda del Castillejo de Monteagudo, fue donde edificó su finca de recreo o almunia, con numerosas huertas, acequias, pabellones, albercas y jardines. En este emplazamiento, los arqueólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas vienen trabajando desde el verano del año pasado. Sin embargo, no ha sido hasta esta última semana cuando se ha producido un hallazgo sin precedentes: un palacio real presidido por una alberca palatina asociada a un gran jardín de crucero. Este conjunto monumental posee una configuración que solo cuenta con el antecedente de los palacios y jardines cordobeses de Medina Azahara (siglo X).
Córdoba se convierte en la única ciudad en el mundo con cuatro declaraciones de patrimonio y España se consolida como tercer país del mundo y segundo de Europa con más lugares inscritos, solo por detrás de China e Italia.
El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco ha resuelto este domingo, en el marco de su 42ª cumbre que se celebra hasta el 4 de julio en Manama (Baréin), inscribir al Conjunto Arqueológico de Medina Azahara (Córdoba) en la Lista del Patrimonio Mundial.
Es una ciudad palatina mandada edificar por Abderramán III. Los principales motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos.
Actualmente solo se ha excavado un 10% de su superficie total, entre la que destaca el Salón Rico.
Córdoba, romana y mora, el embrujo persuasivo de unos ojos negros en la Judería. Córdoba califal y Medina Azahara, Córdoba musulmana de los omeyas, la que se baña y se peina con el llanto de la luna en el Guadalquivir. Córdoba la vieja sultana, maravilla de maravillas. No hay nada mejor ni más seductor que una noche cordobesa, derramando la joya del atardecer en los balcones de la memoria. Hoy os invitamos a sentir la sensualidad de la Mezquita de Córdoba. No os lo perdáis, por Alá...
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la mayor Mezquita del mundo tras la Kaaba de La Meca. Imaginaos entonces la importancia y el embeleso que los árabes, hombres de grandísima sensibilidad, sentían por esta ciudad.