Más allá de las razones puramente sentimentales, la ubicación de la vivienda del príncipe Felipe (con 3.150 metros cuadrados, 1.771 de ellos útiles) fue decidida por la Casa Real y Patrimonio Nacional tras descartar la posibilidad de restaurar o adaptar algún edificio histórico.
Se atendió para ello a una serie de cuestiones prácticas, empezando por la posibilidad de aprovechar al máximo la infraestructura del Palacio de la Zarzuela (terreno propio, sistema de telecomunicaciones, seguridad), y pensando que en un futuro será también, muy probablemente, la residencia oficial del jefe del Estado.
El rey Felipe IV envió a construir en el siglo XVII un pequeño palacio, ubicado en un sitio llamado La Zarzuela, cerca de Madrid. El nombre hace alusión a la abundancia de zarzas. Era un edificio rectangular con dos pasillos laterales y techo de pizarra. Luego Carlos IV le hizo modificaciones al edificio para acomodarlo al gusto del siglo XVIII, añadiendole tapicería y porcelana, además de nuevo mobiliario que incluía una gran colección de relojes, la construcción sufrió daños graves durante la Guerra Civil.
A la construcción original del siglo XVII se le han agregado nuevos edificios. Actualmente, la residencia de la familia real está distribuida entre el edificio principal y dos plantas conjuntas hacia la derecha e izquierda. Los alrededores del palacio están rodeados por una rica fauna, posee, además, una pequeña ermita, una zona deportiva y un helipuerto.
El Palacio de la Zarzuela es una de las residencias de la Familia Real Española (desde 1963). Actualmente es la residencia privada de los reyes Juan Carlos y Sofía, también viven allí los príncipes Felipe y Letizia, en un palacete ubicado dentro del lugar. Es un edificio construido en el siglo XVII, que posee tres plantas: En la primera está el semi-sótano, sótano, y desvanes. En la segunda, el despacho del rey, biblioteca, comedor, y sala de visitas. En la tercera planta están las habitaciones de invitados y privadas, y cuartos de estudio.
Tres salas de estar, cuatro vestidores, cinco cuartos de baño y un cuarto de aseo, una oficina, un cuarto de servicio, dos despachos, una terraza y cinco dormitorios.
Uno de los dormitorios, será, probablemente, el que albergue la cuna, el cambiador y los primeros juguetes y mordedores del recién nacido.
Es la primera planta de la residencia de los principes de Asturias, la llamada «zona noble» de la casa, en la que se desarrolla la vida privada de Don Felipe y Doña Lettizia, y a la que sólo tienen acceso amigos y familiares, incluidos, claro está, los Reyes.
Muy cerca de los abuelos
Y es que, los necesiten o no los príncipes como canguros, Don Juan Carlos y Doña Sofía no van a tener excusas para no visitar a su nieto, ya que el palacio de la Zarzuela se encuentra a tan sólo un kilómetro de la casa de los príncipes y es perfectamente visible desde ésta.