La ciudad constaba de varios núcleos urbanos, entre los que se encontraba el arrabal de san Pedro, donde residían los mozárabes. Con la conquista cristiana de la villa, el lugar pasó a ser habitado por la población morisca y empezó a ser conocido como Barrio de la Morería.
La plaza del Alamillo fuese el centro administrativo de esta zona, al ubicarse aquí el alamud o alamín, un tribunal mediante el cual los moriscos impartían justicia, y probablemente también el ayuntamiento musulmán, si bien no existe constancia histórica de ambos extremos. La morería madrileña poseía su propia organización institucional, diferente a la cristiana, y la aljama era su órgano de gobierno.