Descorchamos la semana con una excursión a mi zona preferida de la ciudad, el Madrid de los Austrias. Entre calles que se deslizan por marcados desniveles siempre hay algún que otro hueco para coquetos espacios como es la Plaza de la Cruz Verde. En ella confluyen la Calle de la Villa, la Calle del Rollo y la espigada Calle de Segovia. Sus muros pueden sacar pecho por haber contado con ilustres vecinos como el arquitecto Ventura Rodríguez.
Hay diferentes rincones de Madrid a los cuales, el paso del tiempo y de las generaciones les ha venido de maravilla para quitarse de encima el amargo peso de la historia que se cierne a sus espaldas. Uno de ellos es la Plaza de la Cruz Verde, un recoleto espacio que late con pausa en el Madrid más medieval y que apenas ya recuerda lo que un tiempo fue.