Casi todos los vecinos viven dispersos por el campo. A corta distancia se encuentra Sa Cala de Sant Vicent, un puerto natural presidido por el islote de Tagomago, con múltiples hoteles y servicios, así como el santuario púnico de la cueva de Es Culleram y el Pou des Baladre, antiguo manantial en el que se celebra un tradicional baile el 8 de agosto.
Es la parroquia más populosa del municipio. La población, diseminada, cuenta con varios núcleos urbanos: San Miguel, Puerto de San Miguel y es Pla Roig. La iglesia de Sant Miquel es una de las iglesias rurales más antiguas de la isla. Por su aspecto de fortaleza encima de la colina, se puede comprender que aparte de las funciones de culto religioso, ofrecía refugio a los fieles cuando se producían incursiones enemigas.
Al bajar de cualquier barco, en primer lugar se encuentra el edificio del puerto donde se pueden comprar billetes de ferry de varias empresas, además hay un bar con una terraza exterior y una pequeña tienda. Saliendo de aquí y caminando por el paseo marítimo del puerto, hay bares, cafeterías y restaurantes y, en verano, una larga hilera de puestos de mercadillo que venden ropa, joyas, souvenirs y artículos artesanales. A cada paso se tienen unas vistas impresionantes, entre otras de Ibiza y el islote de Es Vedra.
Al ir a Formentera, el primer atisbo de ella será el puerto de pescadores de La Savina, que es el punto donde todos los barcos atracan y zarpan. Aquí tendrás la sensación de un lugar náutico con los numerosos servicios de ferry que proceden de Ibiza y un puerto deportivo exclusivo donde muchos yates grandes vienen a atracar.
En la ciudad de Ibiza, con una gran oferta nocturna de ocio, complementada por las construcciones medievales de Dalt Vila y sus calles enrevesadas y laberínticas, el puerto se integra en su movimiento diario, en su vida.
El puerto Ibiza cuenta, además de los muelles para mercancía y pasajeros, con el dique de Botafoc, donde se realiza la descarga de combustibles que consume la isla y lugar donde amarran los grandes cruceros turísticos que recalan en él.
La playa de Es Canar es uno de los núcleos turísticos más importantes del entorno de Santa Eulària. Ofrece múltiples alternativas de ocio, deportes náuticos y actividades, así como comercios, terrazas y restaurantes. De su playa, de arena blanca y con un pequeño puerto de barcas de pesca y pequeñas lanchas, parten barcas hacia Santa Eulària, Cala Llonga y la capital.