Hasta donde pudieron alcanzar mis ojos, en este enorme arenal al que se accede por unas pasarela de madera que cruzan por encima de las dunas tan sólo pude ver a lo lejos una pareja tomando el sol, a una familia con niños bajo una sombrilla (como no posee ningún tipo de servicios deberás llevar contigo todo lo necesario) y a una persona sola practicando nudismo, ya que Nueva Umbría es una de las playas nudistas oficiales mejor consideradas de España por su entorno salvaje y el gran tamaño de su área delimitada.
El Rompido, un pequeño pueblo de pescadores onubense perteneciente a Cartaya. Así que este verano, en cuanto pude, me fui para allí como una flecha, precisamente como se conoce a su cercana, singular y protegida lengua de arena, un área dunar de más de 12 kilómetros de longitud (por el que Lepe y Cartaya mantienen un pulso territorial) que forma parte del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido.