Fue a finales del siglo IX, en el año 869, cuando surgió una escuela de copistas y pintores. En este monasterio se hicieron, entre otros códices el del Beato In Apocalipsim conservado en el Archivo Histórico Nacional llamado Tavarense, ilustrado por Magio y su discípulo Emeterio. En él se encuentra una miniatura de la torre del monasterio de Tábara, con el scriptorium donde se prepara el pergamino y se copian los códices.
Tábara se encuentra a los pies de la Sierra de la Culebra donde, los brezales y pinares se hacen más presentes en el paisaje. En la Sierra de la Culebra existen la mejor población de lobo de Europa. No existen datos escritos ni arqueológicos que permitan suponer que la Villa estuviera habitada con anterioridad a la época medieval. Según las crónicas eclesiásticas, San Froilán, fundó un monasterio llamado de San Salvador de Tábara, por encargo de Alfonso III, donde albergaba seiscientos monjes de ambos sexos.