El edifico fue inaugurado por primera vez en el año 1887 y constituyó el primer y durante muchos años, único ejemplo de edificio con fines lúdicos y culturales, construido ex novo, con que contó la, entonces incipiente, ciudad de Albacete.
El Teatro Circo de Albacete es un edificio con una doble función de teatro y circo, configurandose como un espacio en forma de herradura con patio de butacas de acceso central y dos laterales rodeado de palcos, platea y dos pisos escalonados de anfiteatro corrido, orientándose la sala tanto hacia el escenario como hacia el patio de butacas, el cual se convertía en pista de circo cuando se requería.
El Anfiteatro completó la trilogía de edificios de espectáculos (teatro, circo y anfiteatro) distintivos de una ciudad romana de primer nivel, capital de una de las provincias imperiales. Su construcción es el resultado de la donación evergética de un flamen provincial (sacerdote imperial) cuyo nombre se desconoce, aunque se sabe que vivió a principios del siglo II dC.