En ella tienen parada varias de las agencias que organizan circuitos en barco y los billetes para dichas excursiones pueden adquirirse en la misma playa. Hay duchas, un restaurante, un chiringuito, un pequeño supermercado, un cajero automático y las habituales comodidades de un camping. Aquí no falta de nada.
Para llegar desde Tossa de Mar tome la GI-682 en dirección a Sant Feliu de Guíxols. Al cabo de 4 km, tome la entrada señalizada con un gran letrero que indica "Camping Pola". Después de unos 200 m se llega a un gran parking situado frente a la entrada del camping. El acceso a la playa sólo está permitido a los clientes del mismo, pero se puede aparcar el coche y recorrer los escasos 300 m restantes a pie.
a Cala Pola es una cala con ambiente y sabor a camping, pues no en vano la mayoría de visitantes de dicha cala son clientes del camping del mismo nombre que se halla junto a la playa.
Con todo, los visitantes externos también pueden acceder a la Cala Pola atravesando el camping; el acceso está expresamente autorizado, ya que no se trata de una playa privada. Aparte de un par de edificios pertenecientes al camping, no hay ninguna casa ni complejo residencial a la vista, lo cual confiere a esta playa de arena su carácter natural.
Construidas en los S.XII y XIV, como defensa por los problemas con la piratería, se encuentran en perfecto estado de conservación.
Conserva varias torres, tres de las cuales, las más grandes, son cilíndricas y coronadas por corseras. Son: Torre del Codolar, Torre del Reloj y Torre de Jonás.
El casco antiguo se encuentra rodeado de murallas con espléndidos torreones, que se divisan majestuosos desde la playa. Ha sido declarado en 1931 Monumento Histórico-Artístico.
Es un pueblo situado en la Costa Brava, en la comarca de La Selva. Se encuentra entre Lloret y Sant Feliu de Guixols, a 39 Km. de Gerona y 707 Km. de Madrid. A sus habitantes se les denominan tossencs.