Hace no mucho tiempo su acceso era posible únicamente por el mar. Hoy, solo es necesario conducir algunos kilómetros de ripio desde la carretera austral. Los únicos que se aventuran a visitarlo son los viajeros que se desplazan más al sur, al punto final de la carretera austral: Villa O’higgins, un pueblo único en el mundo, rodeado de paisajes de una belleza peculiar. Sus habitantes (al momento de escribir estas líneas) viven de la tala y la venta de la madera del ciprés.
Siempre pensé que un pueblo de estas características merecía una parada. Y no me decepcionó. Caleta Tortel es un pequeño pueblo, aislado al fondo del golfo de las Penas, enclavado entre los campos de hielo del norte al sur, en la desembocadura de uno de los más hermosos ríos chilenos: el «Río Baker».