A las afueras de Río de Janeiro se ha construido este complejo situado en un lugar privilegiado con playas de aguas cristalinas, inspirado en las construcciones indígenas de la zona.
El techo que cubre este edificio (en madera de eucalipto) es como una hoja de plátano gigante, el diseño del lugar permite que las brisas del mar entren por todos lados adquiriendo así una ventilación natural.
Los arquitectos describieron éste diseño como de "baja tecnología y ecoeficiente", debido al uso de los recursos naturales para la ventilación y refrigeración. Las casas en el trópico normalmente no necesitan más que una brisa para tener un ambiente agradable. Siguiendo el diseño sostenible, el techo colecta agua de lluvia a través de un sistema de canales instalados en la azotea para utilizarlo en la casa, y ésta en su interior está acabada con madera, pizarra, bambú, y otros materiales naturales.
Para esta arquitectura bioclimática y natural, los expertos hablan ya de un nuevo término: la ecoeficiencia.