Por la tarde del día 10 de abril de 1920, el obispo y unas 20 mil personas subieron a la cumbre. Toda la noche la montaña resplandeció con las fogatas. En cuanto empezó a clarear, el obispo inició la ceremonia. Primero bendijo la montaña, la declaró ‘lugar santo’ y le cambió el nombre de ‘Cerro del Cubilete’ a ‘Montaña de Cristo Rey’.
Todo comenzó en noviembre de 1919, cuando el obispo de León, Guanajuato, monseñor Emeterio Valverde, de visita en Silao, contemplaba desde su ventana el Cerro del Cubilete, único monte de los alrededores, cuya altura es de 2,661 metros sobre el nivel del mar y 800 metros sobre la llanura del ‘Bajío, y pensaba que sería bonito ‘ascender a esa montaña y oficiar en su cima una Misa’.