Situado en una de las selvas tropicales de tierras bajas con mayor biodiversidad de América Central, es ideal para el trabajo de campo, cursos y seminarios.
La Gamba es una institución de investigación, la enseñanza y la formación de la Universidad de Viena en el borde de la selva tropical de los austriacos en Costa Rica.
Piedras Blancas, se hizo un parque nacional en su propio derecho en 1999, ya que anterior a eso, solía operar como parte del Parque Nacional Corcovado denominado Sector Esquinas desde el 1 de julio 1991. También fue una vez conocido como el Bosque de los Austriacos (Regenwald der Ósterreicher), ya que en 1991, el violinista austriaco, Michael Schinitzler, fundó esta organización para recaudar dinero para comprar tierras en la zona de Esquinas para preservar el bosque tropical de tierras bajas. El Bosque de los Austríacos también administraba a la Sección Biológica La Gamba.
Por una parte, incluye los clásicos de la cocina vasca: las tortillas con chorizos, las torradas, los pimientos del piquillo, las papas bravas, las paellas, el pulpo a la gallega, los chipirones con pisto. Pero además, contempla otros costados y aparece una sopa de cebolla, los sorrentinos de ricota y bondiola en manteca de salvia, los spaghetti con zanahoria, puerro y camarones, un pollo grillado con panceta y puré de boniato rústico, y carnes rojas y de cerdo. Los recomendados del lugar son la torrada de hongos y queso mascarpone sobre pan de campo; sopa a base de vegetales, salsa de tomate, gambas y pescado; ensalada tibia de mariscos salteados con ajo, tomates asados sobre colchón de verdes; y el pulpo a la gallega con papas escrachadas.
También yo prefiero degustar el pescado a pescar el pez.
Admito mi fracaso como pescador deportivo, cosa que intenté cuando era estudiante, en las costas de Valencia. Era trabajoso encontrar y preparar los cebos, y caro comprarlos; era irritante cuando el sedal se te enredaba y tenías que cortarlo y desecharlo; y era desesperante el tiempo muerto de la espera. No me compensaba en absoluto con los tristes resultados.
Me gusta sin embargo, como a Moyito, conocer las artes de pesca, las especies de peces, los lugares de los caladeros, y en general la política pesquera y sus barcos y contingencias. De hecho me paso horas de paseo ojeando el movimiento en el puerto de Santa Pola.
Aunque también tengo que decir, que en estas fiestas, hasta le tomo alergia a la gamba y al langostino, como a las mantecadas, turrones y polvorones. Y es que tanta celebración empacha.