Una de las cosas que más echa de menos una madrileña en Montevideo son los churros.
Por suerte, hay Churros Manola en el Parque Rodó, donde se puede comer unos churros igual de ricos que en casa.
El Parque Rodó, originalmente, fue creado por un artista plástico uruguayo, llamado Pedro Figari, Abogado de profesión, a principios del siglo pasado, hombre de la cultura en general, especialmente de la pintura, conocido como el pintor de negros o de candombes, que tiene una historia poco conocida, en la emergencia actuando como Abogado, defendió a una persona acusada en homicidio en la ciudad de Minas, en dicha defensa se aprecian distintos aspectos, todos profundamente humanistas que dan muestra de la personalidad del pintor como más fue conocido actitudes como esa lo llevan a crear el actual Parque Rodó.
Por la rambla uno pude conectar distintas partes de la ciudad, como la ciudad vieja o el centro con el parque rodó o zonas mas alejadas. Es un paseo que recomiendo, desde el centro se puede bajar por cualquier calle y ya se va viendo el rÃo en la bajada.
Para recreo de la vista pueden observar el gran lago de aguas verdes con pequeñas islas que conforman un bonito y romántico escenario que además podrán recorrer en barquitas y si con toda esta oferta no tienen suficiente, el Parque Rodó se situa a tan sólo unos metros de la playa, de la Playa RamÃrez concretamente. Un lugar privilegiado que le hace tener más encanto aún si cabe.
El Parque Rodó de Montevideo es uno de los parques más importantes de la ciudad, al menos es uno de los más visitados y no sólo por los turistas.
Es uno de esos lugares recomendados para pasar el dÃa, en pareja, en familia, con y sin niños e incluso sólo, porque el Parque Rodó suele estar lleno de gente.
Y probablemente sean tantas las personas que lo visitan por la cantidad de recursos que ofrece.
Existen diversos paseos, salidas, lugares de esparcimiento y diversas atracciones. De los tantos espacios verdes se destaca el barrio Parque Rodó, que alberga un amplio parque de 25 ha.
Es posible recorrer cada una de las playas de la ciudad, en vehÃculo, bicicleta o a pie, a lo largo de la Rambla de Montevideo, la cual posee una unos 22 km desde el puerto capitalino, pudiendo acceder a diversas de las más concurridas como: la Colorada, Punta Espinillo, Punta Yeguas, Zabala o Santa Catarina.