Desde allí se observan las brillantes luces del monumental Faro a Colón ubicado al otro lado del Río Ozama. Este mausoleo aloja los restos mortales de Cristóbal Colón. Por las noches, las luces láser del monumento proyectan una gigantesca cruz en el cielo.
La ciudad capital también disfruta de un interesante zoológico, un magnífico jardín botánico, y un bien diseñado acuario. Hasta unas 15,000 personas pueden al mismo tiempo observar las carreras de caballo en el Hipódromo V Centenario mientras visualizan el bello Mar Caribe.
El ferry que hace la travesía entre Puerto Rico y Santo Domingo tres veces por semana, ofrece un crucero por las costas sureñas de la costa dominicana saliendo del Puerto de Santo Domingo los sábados de 8 a 12 pm con dos orquestas tocando en vivo y un buffet-cena.
Santo Domingo es la primera ciudad europea del Hemisferio Occidental y preserva una importante parte de su patrimonio cultural entre los muros de la llamada Ciudad Colonial que bordea el Río Ozama. Es impresionante la colección de edificaciones del siglo 16, que incluye imponentes casas e iglesias de piedra que reflejan los años finales del medioevo, cuidadosamente colocados en el trazado octogonal del 1502.
La zona colonial de Santo Domingo alberga varias edificaciones primadas de América, entre ellas la primera catedral del Nuevo Mundo, su primer monasterio, primer hospital, primera universidad, y primera corte de leyes. Reconociendo a Santo Domingo como cuna de la civilización europea en América, la UNESCO declaró a la Ciudad Colonial como patrimonio de la humanidad.
Los cafés de las antiguas calles toman vida al anochecer y acogen a visitantes y residentes por igual que buscan su intimidad e informalidad para escapar de las tensiones diarias.