Está a una hora y media en coche de Montego Bay, y por su puerto pasan miles de cruceros al año. Motivos no faltan, pues cuenta con algunas atracciones 100% recomendables que ningún visitante en Jamaica debería perderse.
A tan sólo una hora de Ocho Ríos, en un tranquilo y encantador pueblo llamado Nine Miles, situado entre las colinas de Santa Ana, el turista tendrá la oportunidad de descubrir el lugar de nacimiento de Bob Marley. Sin duda, una de las figuras jamaicanas más importantes a nivel mundial. Además, la estrella del reggae también está enterrado aquí, por lo que es posible visitar su tumba.
La principal atracción de la ciudad es la preciosa catedral gótica que da a la Plaza de la Libertad. La ciudad también tiene unos bonitos edificios coloniales y construcciones de muchos colores. Santa Ana está situada en un cruce estratégico entre la ruta de las flores, la capital y los destinos del este como Suchitoto. Por eso es una escala obligatoria durante un viaje por El Salvador y, a mi modo de ver, muy agradable. También es el punto de partida para los que quieran ver el volcán del mismo nombre o el lago de Coatepeque.
Segunda mayor ciudad de El Salvador, Santa Ana tiene más atractivo que la capital e indudablemente conserva su encanto colonial. Pide uno de esos enormes bocadillos que preparan en los quiosquitos de los alrededores de la plaza principal y cómetelo allí mismo.
Santa Ana de los Ríos de Cuenca es una ciudad situada al sur de Ecuador. La tercera en importancia después de Quito y Guayaquil. Su centro histórico fue declarado patrimonio de la humanidad en 1999. Razón suficiente por sentir curiosidad de conocer y recorrer sus calles para admirar su arquitectura mezclada entre estructura colonial, francesa y más contemporánea llamada republicana de los siglos XIX y XX.
En la nave lateral derecha se encuentra el Baptisterio, hecha de mármol de Carrara, que ostenta una hermosa escultura del bautizo de nuestro Señor Jesús y en la nave lateral izquierda se encuentra La Coral.
La Catedral de Santa Ana de Tarma, regentada por la orden diocesana, fue construida en 1954 por disposición del entonces presidente de la República General Don Manuel A. Odría, tarmeño de nacimiento.
Posee un estilo arquitectónico neoclásico con planta en forma de cruz latina y consta de dos torres y tres naves; en la nave central está ubicado el altar mayor donde se encuentra la imagen de Santa Ana (patrona de la ciudad) y la escultura de la Santísima Trinidad.
El comienzo del sendero es muy tranquilo y apacible. A los pocos pasos el bosque nos envolvió completamente y nos sentimos parte de la naturaleza. Sólo se escuchaban nuestros pasos y el canto de las aves por aquí y allá. Las lengas y ñires fueron siendo reemplazadas por cohihues y el suelo se llenó de enormes helechos, musgos y enredaderas que cubren troncos caídos. Como si hubiésemos pasado un portal mágico sin darnos cuenta, estábamos inmersos en humedad de la selva valdiviana.
Tras sólo media hora de caminata nos encontramos con una bifurcación en el camino. En medio un cartel nos indicaba: Cascada Dora hacia la izquierda, Cascada Santa Ana a la derecha. Antes de venir, nos habían aconsejado visitar primero la cascada Dora, por lo que tomamos hacia la izquierda. En aquel momento no sabíamos la razón, pero al terminar el día nos quedaría bien claro.
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Hace miles de años, este paraíso se veía muy diferente. Los volcanes y la lava ardiente construyeron los cimientos y luego los enormes glaciares le dieron forma. Quién hubiese imaginado que cuando la lava se solidificara y agrietara terminaría formando una de las cascadas más hermosas del sur argentino: la cascada Santa Ana.
En este recorrido al corazón de la Cordillera de los Andes en Neuquén para descubrir un paisaje increíble. Y aprender todos los consejos de un guía experto del Parque Nacional Nahuel Huapi para poder hacer el recorrido por tu cuenta.
Santana comenzó la agrupación población Santana Island, situado en el río Amazonas en 1753. Los primeros habitantes fueron portugués y mestizos procedentes de Pará, y los indios tucuju, dirigido por el explorador portugués Francisco Portillo de Melo. Por orden de Mendonça Furtado, fue instalado y fundado el pueblo de Santana, en homenaje a Santa Ana.
El Cerro Santa Ana, casi fudamentalmente sobrela selva misionera, es el punto de encuentro de la región que recibe a aventureros y ecologistas que, casi en un 90 por ciento, comienzan caminatas hasta la cima del cerro aunque muchos otros lo hacen en transportes colectivos.
Santa Ana forma parte de una de las decenas de Misiones Jesuíticas Guaraníes, y desde su cima se puede divisar una extensa selva con más de 160 especies de aves y con regiones que han sufrido el desmonte y que de a poco comienzan a sembrarse nuevamente.
Una interesante opción para quienes gocen de destinos naturales, aventureros y, sobre todo, de altas temperaturas.
El territorio argentino goza de contar con todos climas posibles, sea frío, calor, o temperaturas templadas y lluvias, y por esa razón en todo el país el turista puede gozar de diversos relieves, paisajes y todo lo necesario para descubrir las varias bellezas naturales de la región. Y precisamente en el nordeste, la provincia de Misiones cuenta con una de las selvas más importantes, ideal para los amantes de la ecología, el ecoturismo o el turismo aventura.
En la provincia de Misiones, el destino a visitar es el cerro Santa Ana junto al Parque temático de la Cruz, atracción que recientemente finalizada invita a todos los viajeros a ascender al punto más alto de la región y poder divisar el parque junto a una de las selvas más frondosas, verdes y vitales de la provincia.
Pinimar, Salinas, Atlántida, Las Vegas, Las Toscas, San Luís, Cuchilla Alta, Santa Ana, Los Titanes, Bello Horizonte, Villa Argentina o La Tuna son algunos de los muchos balnearios que conforman la extensa Costa de Oro, una trintena de ellos entre los que podrá elegir según sus gustos o lo que desee en sus vacaciones, más infraestructuras y construcciones, mayor tranquilidad, más o menos vegetación, etc.
El trazado de los pueblos era similar entre sí: una plaza cuadrada con una cruz en el centro (a veces custodiadas por cuatro palmeras), a un lado la iglesia, la casa de los sacerdotes, escuelas, talleres, depósitos, las casas de las viudas y huérfanos y, en los demás lados, primero la casa de los caciques y detrás el resto de las casas de los indígenas según tribus o comunidades, de ladrillo o piedra, con techo de dos aguas que cubría las aceras. Tanto en Bolivia como en Paraguay, Argentina y Brasil existen multitud de pueblos con la cuadrícula típica alrededor de una plaza.
Las misiones de Bolivia son las mejor conservadas porque la AECI (Agencia de Cooperación Española) las estuvo rehabilitando hace unos 10 años. De hecho se siguen usando como iglesia del pueblo.
Las estructuras de los edificios son la mayoría de madera sin usar un sólo clavo, todas las uniones son ensambladas. Las columnas labradas con retablos también de madera. El cerramiento exterior de ladrillo o piedra.
En el caso de la Misión de Santa Ana el revoco interior se ha realizado con láminas de mica lo que le da un aspecto... Leer más ...