...hace referencia al lugar de su establecimiento en el entorno del cabo de ese nombre al este de la isla, y en particular al pequeño puerto que se instaló en una bahía contigua.
Augusto Lasserre
El faro original era una casa de madera de roble de 16 lados, y de apenas 5 m de alto por 9 m de diámetro. El tejado casi circular estaba recubierto de una lona impermeable. La luz estaba proporcionada por 8 lámparas fijas de queroseno colocadas detrás de unas ventanas cuyos cristales eran lentes de Fresnel. Vivían en él seis fareros.
Faro original San Juan de Salvamento-1898
Pero la ubicación del faro no proporcionaba una buena visibilidad de su haz de luz. Si bien estaba a 60 metros de altura, la luz de las lámparas de aceite era muy débil. Por otra parte, la nubosidad allí es alta y se estanca sobre los montes de la Isla ocultando el faro. También entorpecían su visión los islotes del archipiélago Año Nuevo que quedaban a su norte, y... Leer más ...
Los ingenieros y diseñadores de Chiquita pusieron su sello en todo, desde la cuadrícula de las calles de la ciudad hasta las casas de madera sobre pilotes, de las cuales Chiquita construyó por miles.
El estilo Chiquita es el clásico estilo colonial tropical que uno esperaría ver en una película antigua como La reina africana.
Con sus amplios voladizos y ventanas ventiladas de madera noble, las casas de Chiquita brindan buena sombra y se elevan por encima de la humedad y los insectos de los trópicos.
Los espacios en algunas de las casas ejecutivas son absolutamente enormes, con techos de diez pies y planos de planta abiertos de hasta 3000 pies cuadrados por piso.
Todo comenzó en noviembre de 1919, cuando el obispo de León, Guanajuato, monseñor Emeterio Valverde, de visita en Silao, contemplaba desde su ventana el Cerro del Cubilete, único monte de los alrededores, cuya altura es de 2,661 metros sobre el nivel del mar y 800 metros sobre la llanura del ‘Bajío, y pensaba que sería bonito ‘ascender a esa montaña y oficiar en su cima una Misa’.
En medio de los cerros de color rojizo uno se encuentra con piedras con una formación sorprendente, con un gran agujero en el medio que forman las llamadas "ventanas". Hay varios sitios donde parar en el recorrido por la ruta 68 que une Cafayate y Salta para verlas.
La ruta 68 deja a su paso una serie de formaciones geológicas increíbles, que hacen a las delicias de grandes y chicos y que es super divertido de descubrir. Una de ellas son las Ventanas, curiosas y perfectas aperturas en la roca ocasionada por las erosiones del agua y el viento. Forma parte de la Quebrada de las Conchas y se encuentra entre Cafayate y Salta capital.
Cuenta con 83 habitaciones y suites muy cómodas y espaciosas, muy bien decoradas y con vistas panorámicas de Salta. Además, entre los tantos servicios que ofrecen, tienen aire acondicionado, teléfono en habitaciones y baños, minibar, Internet, TV por cable, cerraduras electrónicas, ventanas de aislamiento acústico y en muchos casos las habitaciones están intercomunicadas.
Posee una infraestructura urbana en cuya zona céntrica se concentran los edificios financieros y administrativos, y su periferia llega hasta las vías del ferrocarril, el arroyo Napostá y el canal Maldonado. En la parte norte y noroeste de Bahía Blanca se extienden los espacios verdes y los barrios residenciales. Hacia el sur, sobre la costa baja y anegadiza de la bahía, se hallan la Central Termoeléctrica, el complejo portuario y el polo petroquímico en el Parque Industrial.
Más allá del puerto y las estaciones de ferrocarril, Bahía Blanca posee un interesante centro histórico que comprende edificios públicos, plazas, monumentos y fuentes que testimonian el pasado local.
El Aeroclub Bahía Blanca brinda vuelos turísticos a circuitos como Monte Hermoso, sierra La Ventana y dique Paso de las Piedras.
La ciudad de Mercedes se encuentra a 98 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y es una ventana natural para quienes desean alejarse por un momento del tránsito y los grandes edificios.
En Mercedes encontrarán un hábitat natural pues se trata de una localidad ligada a la actividad agrícola y rodeada de grandes espacios. Fundada en 1752, al igual que muchas otras localidades del Gran Buenos Aires, conserva una arquitectura de época, con algunos viejos edificios de estilo colonial que han sido preservados por las autoridades.
Por ello, pasear por la Ciudad, conocer el Centinela, la Piedra Movediza y degustar una picada es una muy excelente idea.
Sierra de la Ventana, por su parte, es una ciudad muy similar, con sierras que pueden ser vistas de toda la ciudad y con una capacidad hotelera muy amplia. Ambos se encuentran a poco tiempo en ruta, con lo cual en unos días se podrá visitar ambas ciudades.
Tandil y Sierra de la Ventana, en Buenos Aires, Argentina
Argentina se caracteriza por contar con una gran variedad de paisajes y destinos propios de su clima, tanto al norte, al sur, al este y al oeste. Y en el centro del país, a poco de la ciudad de Buenos Aires podremos arribar a dos destinos que se caracterizan por su paisaje de sierras, bellas, atractivas y en tierras muy fértiles.
Uno de esos sitios es Tandil, una ciudad agropecuaria rodeada de sierras, campos y una vida social muy interesante. Sin embargo, la característica más importante es que se identifica a Tandil como uno de los mejores productores de embutidos, quesos, salames y fiambres del país.
La flor se compone de tentáculos que pueden picar y paralizar a un pez que pasa en la mayor variedad de especies. Los tentáculos se retraen en el tallo o el tronco de la seguridad en el contacto con un objeto extraño como un palo. La flor luego espera un tiempo antes de salir del tallo de nuevo para permitir peligro de pasar.
La cueva tiene un piso de coral que se estima en unos 400.000 a 500.000 años de edad. Mientras que la sección más joven de coral por encima de la planta baja es de unos 126.000 años de antigüedad. Esta fecha se llevó a cabo por el Instituto Geológico de alemán.
La superficie lisa de la cueva desgastado por el agua y la acción de roce de las rocas de coral en el tiempo tiene una formación ondulada y la luz le da un carácter mágico a esta cámara. En ciertas épocas del año y en el mal tiempo de las cavernas se llenan de agua y la entrada actúa como un orificio gigante.
En los días tranquilos se puede nadar en las piscinas de roca natural en la cueva o tal vez echar un vistazo a las impresionantes vistas del Océano Atlántico a través de las ventanas al mar.
Al momento de decidir las vacaciones, quienes viajen a la Argentina podrán decidir en forma muy sencilla entre la famosa y concurrida Costa Atlántica con ciudades como San Bernardo, Pinamar o Villa Gesell o recorrer la Ciudad Feliz, es decir, Mar del Plata, la ciudad costera más concurrida del país.
Pero quien quiera ir al campo, deberá buscar otros destinos que siempre se encuentran alejados de las costas argentinas. Sitios como Tandil, Sierra de la Ventana (en Buenos Aires), la provincia de Córdona, San Luis o Mendoza, todas se encuentran a horas de recorrida por el campo.
Pero os voy a detallar un sitio donde existe el mar y el campo en el mismo lugar: Reta, en la provincia de Buenos Aires, un pueblo donde sólo encontraréis tranquilidad, relax y mucha naturaleza.
Además de estar rodeado de cerros, el principal de todos es justamente el que le aportó el nombre: el Cerro Ventana. Para acceder a él, es conveniente contratar un guía que os enseñe el recorrido y destaque las informaciones regionales más interesantes.
En Sierra de la Ventana la oferta hotelera es muy completa, con alojamientos de todo tipo y precios muy bajos. Además, su gastronomía es imperdible, pues las carnes a las brasas cocinadas por expertos de campo son el plato más demandado por los turistas.
La provincia de Buenos Aires es muy extensa y como tal ofrece una gran cantidad de destinos, ideales para el turismo de fin de semana o para planear vuestras próximas vacaciones. Y uno de los sitios más bellos de la principal provincia de la Argentina es Sierra de la Ventana, un pueblo ciudad tan bello como natural.
Sierra de la Ventana es un pueblo que se encuentra a no más de cinco horas partiendo desde la ciudad de Buenos Aires. Se trata de un poblado muy pintoresco, limpio, agradable y con habitantes muy predispuestos a recibir al turista con la mejor de sonrisa.
Todas tus necesidades son cubiertas por un sirviente que hará todo lo posible desde ponerte unas bebidas hasta acompañarte en tus excursiones (es como tener tu propio genio de la lámpara). Casa Ventana está situada frente al mar en su puente flotante de madera.