Según la ortodoxia judía, los judíos no deben penetrar en el Monte del Templo porque lo consideran un lugar sagrado profanado.
En la explanada se encuentran también dos de los templos más importantes del islam, construidos después de que el califa Omar conquistara Jerusalén a los cristianos: La Mezquita de Al-Aqsa, que es la mayor mezquita de Jerusalén, y la Cúpula de la Roca, construidas ambas en el siglo VII. Es conocida por los musulmanes como Al-Haram ash-Sharif.
Para acceder de un sector a otro se ha construido una rampa de acceso a la explanada
Es el lugar más sagrado del judaísmo, ya que en el Monte Moría se sitúa la historia bíblica del sacrificio de Isaac, y conocida para los judíos como Har Ha-Bayit o Monte de la Casa o Monte del Templo.
Salomón (960 – 900 a.C.) construyó el templo que no pudo crear David.
En 586 a.C. El Templo fue destruido por los babilonios. Reconstruido apresuradamente permaneció en pie hasta que lo apuntalaron los asmoneos en 186 a.C., pero fue demolido en 20 a.C. Por Herodes el Grande, que comenzó a construir un nuevo edificio. Este templo fue destruido por los romanos durante la revuelta judía de 70 d.C., tan sólo seis años después de su finalización, con la excepción del muro occidental, conocido como Muro de las Lamentaciones, que aún se conserva y que constituye el lugar de plegaria más importante para los judíos.