Es el lugar más sagrado del judaísmo, ya que en el Monte Moría se sitúa la historia bíblica del sacrificio de Isaac, y conocida para los judíos como Har Ha-Bayit o Monte de la Casa o Monte del Templo.
Salomón (960 – 900 a.C.) construyó el templo que no pudo crear David.
En 586 a.C. El Templo fue destruido por los babilonios. Reconstruido apresuradamente permaneció en pie hasta que lo apuntalaron los asmoneos en 186 a.C., pero fue demolido en 20 a.C. Por Herodes el Grande, que comenzó a construir un nuevo edificio. Este templo fue destruido por los romanos durante la revuelta judía de 70 d.C., tan sólo seis años después de su finalización, con la excepción del muro occidental, conocido como Muro de las Lamentaciones, que aún se conserva y que constituye el lugar de plegaria más importante para los judíos.
Y para los judíos, este muro es el último vestigio en pie del magnífico templo de Salomón que albergó el Arca de la Alianza.
Jerusalén, que hoy tiene cerca de 800.000 habitantes, es considerada una "ciudad sagrada" por las tres religiones monoteístas (judaísmo, islamismo y cristianismo). Por este motivo, miles de turistas y peregrinos llegan año a año hasta ella para visitar el Muro de los Lamentos, el Domo de la Roca o el Santo Sepulcro.
En Jerusalén encontrarás todo lo necesario para pasar unos días inolvidables: hospedajes populares y hoteles de lujo, restaurantes de comida internacional, templos y lugares sagrados de relevancia mundial, y la posibilidad de realizar excursiones y paseos por la ciudad y sus alrededores.
Este muro es un lugar sagrado para los musulmanes, ya que creen que el Profeta Mahoma guardó su caballo favorito aquí.
La ciudad de Jerusalén fue fundada por la tribu cananea de los jebuseos durante el tercer milenio antes de Cristo. Los hebreos la conquistaron en tiempos del rey David y la transformaron en capital de su reino. Salomón, sucesor de David, construyó el Templo de Jerusalén, en el que sería guardada el Arca de la Alianza (caja de madera revestida de oro que contenía las dos tablas que Dios entregó a Moisés).
En el año 586 antes de Cristo, el emperador babilónico Nabucodonosor destruyó la ciudad y su templo y se llevó a los judíos cautivos a Babilonia. La reconstrucción del Templo comenzó hacia fines de ese mismo siglo, luego de que los judíos fuesen autorizados a regresar a Jerusalén. En el siglo I de la era cristiana, la rebelión de los zelotes motivó la represalia romana: Tito destruyó la ciudad y su templo en el año 70. Luego de vivir otras múltiples vicisitudes, Jerusalén se transformaría en capital del moderno estado de Israel en 1950.