A partir de entonces, las alertas mantuvieron vetado el acceso al público con la princesa pero en 2014 se abrió de nuevo, aunque manteniendo las alertas en niveles 3 y 4 debido a la actividad tan variable y peligrosa que sigue teniendo lugar en la montaña.
Lejos de cesar los temblores y explosiones de Mayon, se han registrado erupciones en 1984, 1993, varias en 2006, 2008, 2009, 2010 y la más sonada en 2013, donde una explosión freática repentina acabó con la vida de cuatro escaladores alemanes, un español y un guía filipino, además de dañar gravemente a otras siete personas