Amigo granmaestre, tras las órdenes de huida a Australia el capitán del HNLMS asume que deben emprender el viaje solos. Todo un reto sobrevivir a semejante aventura desde un barco que contaba con tan solo con dos cañones Oerlikon de 20 mm, un proyectil de 3 pulgadas y una escasa velocidad de 15 nudos. Dicho de otra forma, no tendrían mucho que hacer ante un supuesto ataque de los bombarderos japoneses.
Por eso la estratagema del camuflaje les fue muy útil para finalizar su comisión con éxito. Las fotografías del barco camuflado evidencian el resultado:
Me imagino las caras de los tripulantes durante el dia.
Pero, lo que no cuenta la historia, es si cuando llegaron a Australia seguían en modo "isla" o si cuando vieron que estaban cerca de la costa se "re-convirtieron" en barco.
Si llegaron en forma de isla...que cara de estupefacción o miedo tendrían los del puerto, ¿Una poderosa arma Japonesa que mueve islas? hahahaha
Ocurre muy pocas veces en la historia que un barco sea capaz de eludir una guerra en pleno conflicto bélico disfrazándose de isla para pasar desapercibido. Esto fue lo que ocurrió en plena Segunda Guerra Mundial a un buque de guerra holandés convertido en una misteriosa isla durante ocho días.
Se trataba del HNLMS Abraham Crijnssen, un dragaminas de los Países Bajos de la Royal Netherlands Navy (RNN). Un barco construido durante la década de 1930 que se encontraba con base en las Indias Orientales Neerlandesas cuando Japón atacó a finales de 1941.
Retirado de la marina de guerra en 1960. Hoy y desde 1995 el HNLMS Abraham Crijnssen es parte del Museo de la Marina holandesa en Den Helder.