Una historia bien curiosa y bonita así, como un gran logro de ingeniería.
Pero como decís, la forma de llevarlo a cabo solo es puro espectáculo y puesta en escena porque se podría haber transportado de otra manera. Quizás totalmente horizontal no, por cuestión de las ramas (si se querian conservar todas, ya sabéis como son este tipo de clientela), pero al menos inclinado, hubiera sido más sencillo que como lo han hecho. Es sentido común, !! vamos !! hahaha
Yo lo que había pensado es en ponerlo en horizontal con un apoyo en la copa en forma de x, para que no sufran las ramas... Y no hacen falta llevarlo en vertical, que una ráfaga de viento te lo tumba todo.
Una historia bien curiosa y bonita así, como un gran logro de ingeniería.
Pero como decís, la forma de llevarlo a cabo solo es puro espectáculo y puesta en escena porque se podría haber transportado de otra manera. Quizás totalmente horizontal no, por cuestión de las ramas (si se querian conservar todas, ya sabéis como son este tipo de clientela), pero al menos inclinado, hubiera sido más sencillo que como lo han hecho. Es sentido común, !! vamos !! hahaha
Con tanta carga y descarga, el "arbolito" igual llegó desmochado.
Quizá al "millonetis" solo le interesaba algo sentimental, como esto, grabado en el tronco:
Como hoy día el romanticismo es escaso, su valor está en alza. El precio por poseer un poquito no importa. Y teniendo dinero de sobra...¡lo que haga falta! Digo yo.
Si el 'barquito' que cruzó el mar Negro el pasado 24 de marzo hubiera sido 'de cáscara de nuez', como indica la canción infantil de Miliki, no hubiera sido posible su traslado. El gran peso que debía soportar hubiera dado al traste con los planes y pronto se hubiera convertido en un habitante más del fondo marino. Y es que transportar un árbol de 40 metros y 135 años no es baladí.
Aunque la imagen resulte increíble, este impresionante ejemplar de tulípero –cuyo nombre científico es 'liliodendron tulipifera'– surcó las aguas situadas entre el sureste europeo y Asia Menor para cumplir los deseos de un rico georgiano. Bidzina Ivanishi, como así se llama el ideólogo del plan, no dudó en organizar tan llamativo viaje para hacer realidad su sueño de plantar un árbol procedente de su tierra natal –Ayaria, una república autónoma de Georgia– en su nueva mansión de Tifilis.
Sus 650 toneladas convirtieron el traslado del árbol en toda una prueba de pericia náutica, pues cualquier maniobra más brusca de lo normal podría haber terminado con él en el fondo del mar Negro. Su transporte duró casi todo un día, y en todo momento estuvo cuidado para comprobar que las condiciones externas... Leer más ...