El Boeing 737-800 se salió de la pista del Aeropuerto Internacional Norman Manley, de Kingston, y se partió al detenerse a orillas del Caribe, el martes por la noche. El vuelo despegó del Aeropuerto Nacional Reagan en Washington.
El fuselaje de la aeronave se partió, el tren de aterrizaje izquierdo se desprendió y la nariz quedó abollada.
Sobrevivieron los 154 ocupantes, de los que 92 fueron llevados a hospitales y 13 requirieron de internación, sin que las heridas ponía en riesgo sus vidas. El Departamento de Estado norteamericano informó que el 75% de los pasajeros era de nacionalidad estadounidense