Asimismo, tras las casas se despliega otro puente sobre hermosos campos de arroz. En el centro, se eleva un pequeño altar, junto al cual se puede disfrutar de un curioso efecto óptico. No será este blog quien desvele la sorpresa al viajero, ya que vale la pena que lo descubra in situ.
Finalmente, también se aconseja descubrir algunos de los pueblos dong existentes en las inmediaciones de Chengyang. Por ejemplo, desde Huangpai, arranca una carretera que conduce hasta las pequeñas localidades de Santuan, Bajiang y Mapang. En esta última se eleva la que quizás sea la torre del Tambor más conocida de Guangxi.
Igualmente, si se desea viajar desde este lugar a Guilin, conviene hacer un alto en el camino para gozar del pueblo de Longji y sus imborrables paisajes.