Tarfaya.- en 1879, la Compañía del África Noroccidental (británica), propiedad de Donald Mackenzie, estableció allí un puesto comercial, que bautizó como Port Victoria (del que sobrevive la construcción conocida como Casa del Mar, actualmente en estado de completa ruina), tras laboriosas negociaciones con los notables locales. Mackenzie obtuvo una franja de la costa de Tarfaya entre el Cabo Juby y Punta Stafford. Sin embargo, el puesto comercial fue vendido por Mackenzie en 1895 al sultán de Marruecos, Hassan I de Marruecos.
En 1912, España negoció con Francia (que controlaba efectivamente los asuntos relacionados con Marruecos en esa época) para conseguir concesiones en la zona sur de Marruecos a fin de añadirlos a los dominios del Sáhara Español. Según el Tratado Hispano-Francés firmado el 27 de noviembre, la zona situada al sur del río Draa pasaba a ser también protectorado de España, de forma que aunque este territorio no estaba bajo el control del sultán de Marruecos, se cedería a Marruecos una vez que finalizase el protectorado. Sin embargo, no fue hasta el 29 de julio de 1916 que el gobernador de Río de Oro, el capitán Francisco Bens, ocupó oficialmente el territorio de... Leer más ...
...una de los mejores momentos es esa copita que te tomas en medio de las dunas una vez ha oscurecido, sin ningún ruido, el cielo estrellado, ése que sólo se ve en el desierto, y las historias que se cuentan...
...lo malo de esas historias es que, el que las cuenta se la ha oído a otro, al cual a su vez se la contó another otro...
...total, que he estado tres veces en el Sáhara y todavía no sé por qué los españoles fuimos allí.
Para que no os pase eso a vosotros, aquí va la explicación, como siempre, de manera muy simple y resumida.
POR QUÉ FUIMOS AL SAHARA
A finales del s. XIX, las naciones europeas ponen sus ojos en Africa (el único continente que quedaba prácticamente por repartir) y deciden organizar una conferencia en Berlín en 1885 para repartirsela civilizadamente sin necesidad de ninguna guerra, como había pasado con América y Asia. Dado que lo único que se conoce del continente es la costa, se acuerda que cada país aportará pruebas de su implantación y el “hinterland” (la tierra adentro, vamos) le corresponderá a ese país.
España hasta ese momento no había tenido ningún interés en Africa (salvo los presidios y ciudades... Leer más ...