En la costa del sol granadina y malagueña, cuando el viento es de poniente las aguas se enfrian de un modo abrupto, pues son aguas que vienen del Atlantico.
Por el contrario, si hace levante, las aguas se calientan, pues vienen del Mediterraneo.
Y si, las arenas nada tienen que ver con las de otras zonas: suelen ser grisaceas y de cantos rodados en muchas ocasiones, pues la montaña practicamente se encuentra con el mar de forma abrupta, sin transición en una zona llana para que se sedimenten las piedras de mayor diámetro, con lo que las arenas no son finas, precisamente.
El caso es, estimado Master, que hace bastantes años, un verano, cuando regresábamos la familia de visitar las cuevas de Nerja se nos ocurrió bajar a bañarnos a La Herradura. Acostumbrados como estábamos a las cálidas playas de Valencia y Alicante, encontramos las aguas de esa ensenada enormemente frÃas, además de una dura playa de guijarros, por lo cual no guardábamos muy buen recuerdo del sitio.
Sin embargo, el conocimiento del hecho histórico del desgraciado naufragio de la flota de galeras, me hizo interesarme de nuevo por La Herradura, una ensenada natural que hubiera sido un acertado refugio de las naves si no hubiera concurrido el fortuito ciclón, cuyo ojo acertó a pasar en el momento más inoportuno y rápidamente hizo rolar el viento hacia la dirección más desfavorable. Mala suerte.
Hoy conozco mucho más de La Herradura, que por encima de lo negativo ya expuesto, presenta unas magnÃficas caracterÃsticas, como el submarinismo y el turismo, que la hacen bastante atractiva. Si a ello añadimos el valor histórico de lo relatado, mejora bastante mi antigua percepción.
Felipe II agregó a la escuadra de galeras de España, de D. Juan de Mendoza, algunas genovesas, juntando 28, reforzadas con 3.500 infantes para atender a la plaza de Oran, amenazada.
La flota se aprovisionó en Málaga de munición y dio pasaje a mujeres y familias enteras de soldados. El 18 de Octubre de 1562, concluida la faena, empezó a soplar mansamente de Levante, viento para el que la playa de Málaga era desabrigada y peligrosa.
Determinó D. Juan salir de allà sin dilación y fondear en la Herradura, que es un ancón situado 40 millas más Oriente, con excelente resguardo de tal rumbo. Aunque contra el viento fuerte bogaron desde las dos de la noche hasta las diez de la mañana siguiente, lunes 19, en que surgieron, se aseguraron con dobles amarras en precaución del temporal que amagaba; mas no descargó la mayor furia de Levante, como se temÃa; la media hora de ventar por este lado rondó hacia el Sur con tal violencia que no dio tiempo levar otra vez, encontrándose las galeras sin el reparo que buscaban, batidas abiertamente.