Durante los años sesenta y los setenta del siglo pasado*, osease el s XX, los USA y la URSS iniciaron unos supersondeos para estudiar mejor la corteza terrestre.
Los USA lo abandonaron pronto (defectos del capitalismo) y la URSS siguió con el suyo a pesar del coste (beneficios del comunismo).
Llegó un momento que el coste/avance se desmadró**, no es fácil sacar una herramienta desde 12 km de profundidad para cambiarla y que luego dure sólo horas. Además existía otro problema, el pozo se había desviado bastante y el martillo trabajaba bastante inclinado.
Resultado final: unos 12.200 m de profundidad que tampoco está nada mal y que ayudó a confirmar o desechar teorías sobre la composición de la corteza terrestre. Hasta la fecha es el pozo de mayor profundidad jamás excavado.