Como sello distintivo, Andalgalá ostenta las artesanías realizadas en rodocrocita, una piedra semipreciosa transformada por la habilidad del artesano en recuerdo irremplazable del paso por la ciudad. “Señor de la Alta Montaña”, como expresa su nombre en lengua quechua, la ciudad de Andalgalá, alzada en el centro norte de la provincia de Catamarca, constituye un oasis extendido al pie de las estribaciones más meridionales de la Sierra de Aconquija e irrigado por el río que repite su denominación aborigen.
Andalgalá es la segunda población de importancia en Catamarca; abarca una zona poseedora de un altísimo valor arqueológico del cual es clara muestra el Pucará de Aconquija; y está actualmente considerada como un centro agrícola, maderero y de producción de dulces regionales, quesos, vinos y aguardientes.