El modo ‘paseo’ es el que mejor puedes ajustar en tu navegador personal al llegar allí. Camina por sus calles en un estado relajado, sin prisa, casi guardando un silencio místico, evocador, ya que Binibeca Vell es un pequeño y fabuloso laberinto cuyas calles desembocan en el apacible y siempre acogedor Mar Mediterráneo.
Pero a pesar de su belleza, este poblado también tiene sus detractores, ya que consideran que la visita puede ser engañosa porque el turista no está visitando un pueblo de verdad, sino algo que en algunas ocasiones puede parecerse a un parque temático o incluso a un decorado de película.
Binibeca Vell es uno de los pueblos más ‘jóvenes’ de España. Construido entre finales de los años 60 y principios de los 70 para recrear un tradicional puerto de pescadores menorquín, esta localidad se ha convertido en uno de los ‘must’ si te dejas caer por esta isla balear. Completamente restaurado y cuidado hasta el mínimo detalle, apenas está formado por 165 viviendas que representan fielmente la esencia de un pueblecito costero mediterráneo, acumulando muchas similitudes con las hermosas referencias que pueblan las islas griegas.