Construido en lo alto de una roca de 200 metros de altura, el Castillo de Drácula impresiona por sus torres y torreones. Fue construido en el sitio donde se encontraba una fortaleza de la época de los Caballeros Teutónicos de 1212, y fue documentado por primera vez en una acta que emitió Luis I de Hungría en 1377 en la que concedía a los sajones de Kronstadt el privilegio de construir la Ciudadela.
Se trata de una mansión medieval muy bien conservada, que está a 25 kilómetros al noreste de Brasov, en Bran. Rodeado de un aura de misterio y leyenda en torno al mito de Drácula de Bram Stoker, esta imponente mansión es un lugar de paso obligatorio para los que siguen la Ruta de Drácula por Transilvania.
El castillo de Bran es un famoso foco para el turismo, inspirado en la descripción de Bram Stoker en su novela Drácula. Situado cerca de Braşov en Transilvania, es un monumento nacional y punto de referencia del turismo rumano construido por los caballeros teutónicos alrededor de 1212, después de que fueran trasladados desde Palestina al Reino de Hungría.
La fortaleza está emplazada en la frontera entre Transilvania y Valaquia.
El castillo es famoso por el mito que había sido el hogar de Vlad el Empalador; Sin embargo, no hay evidencias físicas de que Vlad viviera allí. Según la mayoría de versiones, el Empalador pasó dos días en la mazmorra de Bran, en aquel momento la región estaba ocupada por el Imperio otomano.