Entre Donousa, Iraklia y Shinousa, podemos encontrar una multitud de pequeñas playas muy limpias, con aguas cristalinas, ritmo relajado y apenas conocidas. Una de las más recomendables es Koufonisia, que es además una de las cuatro que se encuentran habitadas de forma permanente junto a Naxos y Amorgos.
Se trata de un lugar que es un remanso de calma y tranquilidad y donde la vida sencilla cobra un protagonismo principal, alejado de las modas que imperan en otros destinos más chic.