San Miguel de Tucumán, se distinguen la Antigua Catedral con sus elementos coloniales y algunas influencias de la arquitectura italiana (s XIX), la Casa de Gobierno (estilo Art Nouveau), la iglesia de San Francisco, la iglesia de Nuestra Señora de La Merced, el Museo Histórico provincial, entre muchos edificios más.
Capital sobrepoblada, situada junto al río Han, a 60 km del mar Amarillo. Seúl fue declarada capital de la Corea unificada bajo la dinastía Joseon, en 1394. Se construyeron los palacios reales al norte de la ciudad, al pie del monte Pukak. Se conservan aún restos de las murallas protectoras. En 1948, concluido el gobierno colonial japonés (1905-1945), se convirtió en la capital de la República de Corea. Durante la guerra de Corea (1950-1953), la ciudad fue bombardeada intensamente y luego ocupada por los ejércitos comunistas invasores, procedentes de Corea del Norte.
Su población se redujo a 50.000 habitantes. La reconstrucción empezó en 1953 y a partir de los sesenta el crecimiento de la ciudad ha sido muy rápido. Seúl aporta casi la mitad de la producción industrial del país. En el centro de la ciudad hay cuadras enteras de altos edificios. En los suburbios, las casas se amontonan unas junto a otras y todos los días las congestionamientos del tráfico bloquean las carreteras. Del pasado de la ciudad poco es lo que queda. En el Museo Nacional se conservan algunos tesoros artísticos y el palacio de Toksugung permite vislumbrar lo que... Leer más ...
Desde entonces mucha agua ha corrido bajo el puente pero de aquellos años coloniales todavía Hong Kong guarda vestigios y puedes verlos si caminas por las calles de la ciudad. Uno de ellos es precisamente la Casa del Gobernador o Casa de la Gobernación. Es un edificio-monumento, una mansión de estilo neoclásico con cierto aire tropical donde vivieron los 28 gobernadores ingleses de la colonia.
La casa abre al público desde 1968 en un día conocido con el nombre de Open Day.
Si tienes mas de 30 años seguramente recordarás cuando los ingleses debieron dejar para siempre la isla de Hong Kong, cumpliendo así con el pacto celebrado entre el Imperio Británico y la última dinastía china a fines del siglo XIX. Empezaba una nueva era en China y la ceremonia de paso de mando y abandono del gobernador inglés se vio en todo el mundo.