Es una ruta que desciende serpenteante desde los Valles Calchaquíes hacia el Valle de Lerma circulando desde su punto culminante: la Piedra del Molino hacia la selva salteña a través de la colorida Quebrada de Escoipe.
Un recorrido interesante y con paisajes impresionantes es la que une Cachi, sobre la Ruta 40, con la ciudad de Salta a través de la Cuesta del Obispo. Se atraviesa un paisaje cambiante desde los cardonales y la aridez extrema en la Ruta 40, hasta la selva del pedemonte salteño. Vale la pena recorrerla.
Luego, seguirá el sendero y cruzará algunos de los puentes sobre el río para llegar a Cuesta del Obispo. Estará al borde de la cornisa, mezclado entre las nubes que lo pueden llegar a cubrir, con un paisaje verde, amarillo y marrón. Por este motivo, es importante tener en cuenta el pronóstico del tiempo, ya que los días de lluvia no se puede tomar este camino.
El camino continúa, pero la travesía es larga y desafiante. Pues claro, para ello describiremos en otro capítulo las bellezas más impactantes de los paisajes norteños de la Argentina.
Con el cantar del gallo arranca el día hacia un viaje extraordinario desde la Capital de Salta hasta el pueblo Cachi, ubicado a 157 Kilómetros por la Ruta Provincial Nº 33, pasando por Cuesta del Obispo. El recorrido hacia esta bella localidad está rodeado por los Valles Calchaquíes, que no dejan lugar a que el turista aproveche el viaje para dormir.
En primer lugar se encuentra la Quebrada de Escoipe, donde el Valle de Lerma se une al Valle Calchaquí. Allí lo atraviesa el río Escoipe y está rodeado de cierras de color rojizo tapizadas de helechos y otros tipos de vegetación selvática. Una foto imperdible.