La primer edificación del pueblo se comenzó a construir en 1935; una casa de adobe de 8 habitaciones que albergaría a la familia durante el verano y algunos fines de semana. Los materiales utilizados para la construcción e incluso los víveres tenían que adquirirse inevitablemente en Alta Gracia, a más de 50km de allí. En poco tiempo, la llegada de conocidos de la familia hizo que la construcción destinada a casa de veraneo comenzará a funcionar como una pequeña hostería. Algunos de los visitantes, atraídos por la belleza de la zona fueron convirtiéndose en los primeros habitantes de La Cumbrecita.
500 hectáreas en un paraje desolado y de vegetación escaza y rala. El pueblo más cercano quedaba a más de 20km a lomo de mula, no había arboles, ni caminos, ni puentes para acceder a este territorio cercado por ríos. Para llegar aquí, Helmut había tenido que viajar unos 700km en tren hasta Alta Gracia, 30km más en auto y más de tres horas a caballo por un sendero apenas dibujado. La Cumbrecita era un campo perdido en el corazón de las sierras grandes de Córdoba.
La Cumbrecita es además un PUEBLO PEATONAL, donde no se permite el ingreso con vehículos y todos los recorridos están previstos para ser realizados a pie. Cascadas que bajan de la sierra, añosos bosques llenos de senderos, ríos de agua cristalina y típicas construcciones alpinas a uno y otro lado del camino son algunas de las características que definen nuestra identidad.
La Cumbrecita se encuentra en un pequeño valle de las Sierras Grandes de Córdoba, a 1450 msnm. Un rosario de casas de estilo centroeuropeo concentradas a la vera de los senderos que atraviesan el bosque.
La Cumbrecita es una pequeña y pintoresca villa rodeada por un espeso bosque de pinos, riachuelos y bellos parajes, situada a 1450 msnm de altura en el Valle de Calamuchita en las Sierras Grandes de la Provincia de Córdoba, Argentina
La conciencia ecológica está muy arraigada en la región y no es para menos: esta área ambiental protegida alberga variadas especies que pueden descubrirse en los muchos paseos.
Las autoridades comunales la declararon zona de protección ambiental, y desde 1996, "Pueblo Peatonal", atento a que rige una restricción vehicular permanente para el acceso en automóviles, debiendo permanecer los rodados en una playa de estacionamiento ubicada a la entrada de la población. Poblada por emigrantes de Europa central, la villa es una joya ecoturística, completamente peatonal y reminiscente a los pequeños poblados germanos del siglo XV.