Hanoi, la capital de Vietnam, fácilmente enamora con su mezcla colonial francesa y su ritmo asiático por las calles. Desde el momento en que uno pisa la calle se ve mezclado por el pulso vital que anima la ciudad incansablemente. Un sinfÃn de calles donde cada una vende su propio artÃculo: zapatillas, ventiladores, hierbas medicinales, frutas, pescado, martillos, etc. hasta un sinfÃn de cosas para ir de compras y que no falte nada de nada.
A las afueras del centro se abre la ciudad colonial con edificios neoclásicos con tintes asiáticos y da gusto ver como la ciudad está rodeada de lagos y parques donde descansar del sofocante calor. Dicen que en pocos años la ciudad ha cambiado mucho. Los que hace unos años iban andando hoy en dÃa van en bicicleta, los que se subÃan a la bicicleta ahora se suben a la moto y los que tenÃan moto ahora tienen coche.
Este espectáculo es posible gracias a la ayuda del Teatro Nacional de las marionetas sobre el agua de Vietnam, cuya sede es en Hanoi y que además es la institución más relevante que se dedica a este arte.
Las marionetas de agua de Vietnam son consideradas como un arte secular y además están declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ésta es una tradición milenaria que ha sido heredada de los grandes maestros antepasados de Hanoi, que se originó en los campos de arroz hace muchos años y que significó una forma de entretenimiento y diversión de la población rural.
Imprsionante imagen de un C-17 aterizando en el aeropuerto de Hanoi. tiene que se increible ver posarse a estos mastodonte con toneladas de carga en sus bodegas.
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