No es una forma de decir. Es verdad: en el hotel vive una familia de patos ingleses desde 1930 cuando el Gerente General, Frank Schutt, decidió dejarlos luego de traerlos de un fin de semana de caza que había tenido en Arkansas. La hermosa fuente fue el lugar elegido para su nuevo hogar y la buena recepción de los nuevos habitantes plumíferos por parte de los turistas selló la estadía. Desde entonces cinco patos (un macho y cuatro hembras) son las figuras más visitadas del hotel.
El hotel Peabody del que hablaremos tiene mucha historia. Se fundó en 1869 en Memphis, Estados Unidos, y cerró en 1920. Cinco años después volvió a abrir, en otra calle y en el mismo sitio donde funcionara otro hotel (el Fransioli) que era igual en apariencia al original. Pero todos sus devaneos no vienen a cuento porque lo que realmente lo hace único y fascina a sus huéspedes es que allí los patos viven como reyes.