Los Mallos de Riglos, están situados en el prepirieno oscense, en la comarca de Hoya de Huesca, a una altitud de 678 m, son unas formaciones geológicas de impresionante tamaño, con paredes de hasta 300 metros de alto.
El lugar es paraíso de montañeros, escaladores, y amantes de la naturaleza, están formados por gravas más o menos cementadas que favorecen la formación de paredes verticales y formas redondeadas cuyas formas inspiraron la asignación de nombres: El Puro, El Pisón, Castilla, Volaos, Cuchillo, Frenchín, Visera y Fire.
Estas formaciones rocosas, suponen una de las mejores escuelas de escalada de Europa ya que existen zonas de diferentes niveles de dificultad dado que cada monolito tiene sus peculiaridades. La zona también es propicia para la observación de aves: buitres leonados y quebrantahuesos.
El Canfranero, tren que hace el trayecto entre Huesca y Canfranc, pasa cruzando puentes, exactamente a los pies de los Mallos. Por tanto, espectáculo natural al alcance de la mano.