Tu terreno rico en cuevas sirvió de refugio a sus primeros habitantes, miembros de tribus árabes. Su nombre en épocas romanas era Seliocópolis, pero cambió su nombre a Maalula significa "entrada" en arameo, ya que se ubica al inicio de una cañada, que precede un estrecho valle a los pies del Jebel Libnan ash-Sharqirya.
La localidad de Maalula, a unos 50 kilómetros de Damasco, en Siria, es el último lugar en el mundo donde aún se habla arameo, el idioma que hablaba Cristo. Engastada dramáticamente en el accidentado paisaje, Maalula acoge dos de los monasterios más antiguos, dedicados a la primera mártir mujer de la historia, Santa Tecla, y a San Sergio respectivamente, constituyendo interesantes ejemplos de arquitectura paleocristiana.