Los dos guerreros, Rinaldo y Vieri, dirigiendo la partida. Lionora estaba secretamente enamorada de uno de los dos guerreros y pidió que se iluminara de blanco el castillo si ganaba el que hacía latir su corazón.
La partida de ajedrez se jugó así con personas, en la plaza del castillo de Marostica, todas perfectamente vestidas para interpretar las distintas piezas del juego: de blanco y negro iban los peones, alineados delante de la reina y el rey, las torres, los caballeros a caballo y los alfiles. Los dos guerreros, Rinaldo y Vieri, dirigiendo la partida. Lionora estaba secretamente enamorada de uno de los dos guerreros y pidió que se iluminara de blanco el castillo si ganaba el que hacía latir su corazón.
Año 1454. Dos guerreros italianos, Rinaldo d’Angarano y Vieri da Vallonara, se enamoran de la misma mujer, Lionora, y deciden batirse en duelo para conseguir su amor. Pero el padre de Lionora, Taddeo Parisio, quiso evitar el sangriento enfrentamiento y decidió que los dos jóvenes se batieran en un duelo… de ajedrez. El que ganara se casaría con su hija; el que no, con la hermana de esta.