Como no podía ser de otro modo, la Muralla de Montblanc es la atracción principal de la villa tarraconense. Se trata de un recinto del siglo XIV, excelentemente conservado y formado por un conjunto de torre, portales y puertas de paso. Por ello, es imprescindible subir a las torres para disfrutar de las espectaculares vistas panorámicas de la población, así como pasear por el paso de ronda.
Montblanc, también conocido como Montblanch, es un municipio que se encuentra al sur de la comarca de la Cuenca de Barbera, en la provincia de Tarragona. Se trata de un histórico pueblo medieval que constituye el mayor recinto amurallado de Cataluña, por lo que sus calles, plazas, iglesias y palacios suponen un gran atractivo turístico y uno de los destinos que no te puedes perder si eres un amante de la arquitectura y la cultura del medievo.
MONTBLANC
El auge más importante de la villa es en el siglo XIV cuando llega a ser la séptima ciudad de Cataluña por número de habitantes y una villa con un importante peso económico. El rey Juan I concedió a su hermano (y futuro rey) Martín el Humano el título de Duque de Montblanc.
Entonces se construyen las obras más importantes de la villa; el recinto amurallado (con 31 torres y 5 puertas), la iglesia de Santa María, el hospital de San Marcial y el Palacio de los Alenyà. Se cubrió el torrente Riuot, que pasa por el centro de la villa y se edificaron molinos, puentes, la prisión, etc.