Arévalo, capital de la Moraña, del románico-mudéjar castellano y de los garbanzos blancos y tiernos, es un pueblo grande e ilustre, con un castillo, tres grandes plazas, media docena de iglesias y ora media docena de palacios de fuste. Por su situación estratégica, Arévalo ha sido siempre cruce de caminos y calzadas, motivo que sirvió para que todos los pueblos llegados a la Península se establecieran en sus tierras, desde los celtas a los árabes, a quienes se debe la mayor parte de los monumentos existentes.
Este hotel pone a disposición de todos sus clientes 62 completas habitaciones con baño completo, televisión, teléfono, minibar para que los clientes puedan tomar lo que deseen, entre otros servicios igualmente apetecibles, para que así todos los turistas puedan disfrutar de unas vacaciones tranquilas.
El Palacio de Castellanos es uno de los hoteles recomendables con el que se encuentran los turistas que viajan hasta esta estupenda ciudad. Se trata de un elegante establecimiento hotelero que ofrece todo el confort de un hotel de cuatro estrellas.