Poco antes de la caída de las hojas en otoño, el bosque caducifolio se dibuja con un cromatismo otoñal que se alterna entre el anaranjado del sol, el amarillo de la luz, el verde del bosque, el azul de diversos tonos en el agua.
Si nos situamos en el norte de la provincia china de Sichuán, nos encontraremos con el rio de Jiuzhaigou. Un lugar donde los colores cobran vida y sus tonalidades crean un espectáculo visual digno de contemplar. Perderse entre sus bosques sugiere entrar en otro mundo donde la paz reina y el alma se evade de la realidad para entrar en paz y armonía con el entorno.