El lugar indicado para comenzar la visita a la región es la ciudad de Rovaniemi, situada a poco más de una hora en avión desde Helsinki. En su llegada al aeropuerto de Rovaniemi, cruzará el Círculo Polar Ártico. Desde esta línea de Círculo Polar Ártico hacia el norte, hay por lo menos un día al año en el que no se pone el sol en verano, y no sale el sol en invierno. La región tiene una temperatura media de + 0,2 °C , una mínima de - 45,3°C y una máxima de + 30,6°C. De media el terreno está cubierto de nieve durante 183 días al año; y el sol de medianoche puede ser observado desde el 6 de junio al 7 de julio.
El paisaje nevado y las auroras boreales son los principales alicientes de un viaje por el norte de Finlandia. En esta región escandinava las bajas temperaturas y la escasa luz diurna durante el invierno se han convertido en reclamo turístico.
Los habitantes de la Laponia finlandesa han transformado las adversas condiciones de su invierno en atractivos turísticos; así, durante los meses de más frío las actividades se multiplican: se organizan cruceros a bordo de rompehielos, se levantan castillos y hoteles de hielo con habitaciones confortables y se circula en los trineos tirados por perros huskies o a las motos de nieve provistas de sistema GPS y calefacción.
La Laponia finlandesa representa casi el 30% de la superficie del país, pero en ella sólo vive el 3,6% de la población, la mayoría en Rovaniemi, la capital, y en Ivalo. La carretera E-75, que une ambas ciudades, es el eje central de esta ruta por el norte finlandés.
Celebrada a lo largo de todos los rincones del planeta, la navidad no entiende de idiomas. Es ella, quien cierra un año y abre las puertas al siguiente. No obstante, en ciertos lugares, como en esta ciudad de la que os hablo, su celebración se magnifica y amplia hasta alcanzar su máxima expresión de magia; os hablo de Rovaniemi. Esta antigua capital administrativa de la provincia de Laponia, se extiende a lo largo de una superficie de 8.107 kilómetros, próxima al yermo paraje del Ártico, y se ubica entre los impronunciables montes de Ousnasvaara y Korkalovaara; una situación geográfica que la convierte en la principal puerta de Laponia, y por tanto, al festivo país de Papá Noel. Con una historia de corto recorrido que explica su actual diseño similar al asta de un reno, la región destaca por contener entre sus fronteras a la colorida Aldea de Papá Noel